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Miguel Argüello Oviedo

Importancia de una constante evaluación del riesgo legal

Sugerencia: Lee esta entrada con una buena taza de café y prepárate para entrar en un tema complejo, pero que te puede ayudar muchísimo para la toma de decisiones…

Revision de documentos como parte de una evaluación del riesgo legal
Importancia de evaluación de riesgos

Escribir o hablar de riesgos es de larga duración y no se acaba fácilmente. Se ha escrito mucho sobre estos, pero a veces solo pensamos en los riesgos más comunes; esos riesgos financieros, ambientales, sociales o políticos. El bosque de los riesgos es más amplio y hay que divisar uno cuya importancia es vital, el riesgo legal. De este último depende muchas veces la continuidad de cualquier empresa, inversión o proyecto.

Hace un rato escribí una entrada sobre el riesgo legal a grandes rasgos. Si aún no la has leído te invito a leerla haciendo click aquí

El asunto comienza porque todos los días una empresa lucha por crecer, por avanzar y conquistar el mercado, ampliar sus horizontes y salir de los problemas que la aquejan. Hay quienes luchan por iniciar una empresa, emprenden. Otros en cambio les gusta invertir en varios proyectos. El común denominador es que todos deben decidir un camino y trazan una serie de objetivos de corto, mediano y largo plazo. Se fijan metas, rayan el cuadro y deben sortean situaciones que a veces son sencillas, simples, sin complejidad alguna, pero en otras son todo lo contrario.


Debemos estar claros de algo: NO EXISTE RIESGO CERO. Es algo que todos debemos mantener presente. Se debe estar consciente que cada vez que se toma una decisión creas un evento; y por ende, se abre el abanico de que pueda salir algo mal como también puede salir todo bien.


Habrán decisiones simples como complejas. Decisiones que no tengan muchas variables a las que prestarle atención y otras que sí. Y cuando no se hace un análisis del riesgo legal, más hoy en día, con tantas leyes, normas y disposiciones internacionales, entonces la organización tendrá un comportamiento reactivo ante los problemas, a veces desesperada o con estrategias apaga fuegos que en ocasiones solo son de cortísimo plazo, pero sin llegar a gestionar adecuadamente la causa que originó el problema.

A ver, comprendamos que el dinamismo con el que se mueven las empresas u organizaciones es increíble, quieren ir muy rápido en todo y está bien, pero lo que no está bien es que algunas por reducir costos o no gastar deciden no invertir en una asesoría que les ayude a gestionar, tratar y mejorar el desempeño legal, de cumplimiento, analítico y de gestión; pero, ¿qué mejor manera de crecer que hacerlo confiado en que tienes las bases cubiertas?


... pero, ¿qué mejor manera de crecer que hacerlo confiado en que tienes las bases cubiertas?

Por ejemplo, hoy en día no basta con que una organización se lance al mercado y venda sus productos, ofrezca sus servicios o desarrolle un bien a como lo hacía hace 5 años atrás. Estamos viviendo un momento de transformación en todos los sentidos, no solo digital, que ha sido acelerado por los eventos ocurridos desde 2020.


¿Huir de la transformación o adaptarse a ella?

Los eventos generaron al principio una incertidumbre sobre los objetivos en las mayoría de las organizaciones. Realmente fue sobre toda la humanidad. Nuestros objetivos se vieron alterados. No se podían lograr como fueron planteados. No obstante, varias compañías lograron iniciar un proceso de adaptación y transformación digital con un nuevo modelo de negocios que tarde o temprano debían tener, el comercio electrónico. Lo anterior trajo consigo acelerar las ventas online. Los servicios delivery a la escala que hoy conocemos por medio de plataformas digitales y esto abre la puerta a temas como: modelos de contratos; legislación de protección de datos; seguridad en la gestión de la información obtenida; cumplimientos nacionales e internacionales; entre otras.


Entonces estemos claros que las decisiones adoptadas entre finales del 2019 e inicios del 2020, para conseguir los objetivos propuestos fueron alterados significativamente por un evento mundial, el COVID19. ¿Cuál empresa estaba preparada para afrontar este evento? Pocas y esas pocas sortearon el día a día por los recursos con que contaban, pero esos recursos no les permitió incluso seguir operando como lo venían haciendo.


Y la forma en que las empresas deben adaptarse a los cambios inicia por otra decisión, que a su vez configura nuevos eventos para sortear el día a día, y estas decisiones deben considerar hoy más que ayer el riesgo legal.

Una empresa que no cuente con un análisis permanente de sus decisiones, no solo de forma financiera, también la legal, no podrá conocer cuán expuesta al riesgo se encuentra, qué tan tolerante es, cuáles normas debe cumplir y en qué momentos; qué ley o reglamento puede bloquear la decisión; qué mecanismo de solución de conflicto le puede beneficiar; etc.


Por la experiencia que tengo cuando surge un problema, que no había sido previsto o que habiéndolo sido no fue gestionado adecuadamente, el ambiente se vuelve difícil. Esto acarrea un incremento en el gasto, hay un menor desempeño en la empresa y un estado emocional que no abona para el desarrollo de los objetivos. Situaciones difíciles que en las mayoría de las veces pueden preverse, gestionarse y tratarse a tiempo.


Una Constante evaluación del riesgo legal


Pues bien;

  1. El riesgo legal está en todas partes de la empresa. En cada decisión que se toma. En cada evento que se decide llevar a cabo. Conocerlo te dará más fuerza y seguridad, mejor desempeño para actuar, traerá beneficios a mediano plazo pues empezarás a construir un paraguas legal.

  2. Las empresas son dinámicas. Están en constantes cambios. Deben adaptarse. Así de dinámico y creativo tiene que ser la gestión y tratamiento de los riesgos. Salvo algunas excepciones.

  3. El análisis de riesgos debe ser permanente; y sobre todo en casos como:

    1. Si la organización se mueve en varios países o se relaciona con varias legislaciones distintas;

    2. Cuando hay vaivenes sociopolíticos y fiscales;

    3. Al existir cambios constantes en las reglas del juego;

    4. La empresa participa en países con un riesgo político alto;

    5. Se encuentra vinculada a un sector regulado; y

    6. Su vida contractual es bastante activa.

  4. Muchos de los contratos que se firman hoy en día en Centroamérica, y no solo en la región, sino en todo el mundo llevan pocos elementos de lo que la legislación local establece, pero contienen muchos elementos totalmente atípicos y novedosos; o sea, no contemplados en las leyes comerciales, civiles o mercantiles tradicionales. Esto abre la necesidad de conocer qué realmente se firma, las condiciones y cuál puede ser la afectación de un contrato elaborado por la otra parte. El problema aquí es que las empresas por conseguir un contrato no le prestan atención a todas las cláusulas, solo aquellas que “consideran” necesarias: valor del contrato, forma de los pagos, que debe cumplir cada parte del contrato y cuándo se presta ese cumplimiento

  5. Al adaptarse a nuevos cambios es imprescindible evaluar los escenarios, no precisamente para dejar de hacer esos cambios, sino para ir gestionando con tiempo y prevenir.

Es importante que las organizaciones implementen una cultura de prevención y de gestión más que de reacción y apaga fuegos. Se debe ante todo tener una constante evaluación del riesgo legal. Identificar los riesgos es el primero de todos los pasos, pero hay que saber hacerlo y caracterizarlos. Que crezca tu organización es una tarea importantísima y que lo haga con el menor contratiempo posible dependerá del apoyo que profesionales como yo podemos brindar.

 
El autor es Consultor. Especialista en Estrategias y Riesgo Legal, Compliance, Protección de Datos y Mecanismos Alternos de Solución de Conflictos (MASC). Cuenta con un máster en Derecho Empresarial, un postgrado en Gestión de Riesgos; y dos especializaciones: una en Compliance y otra en Derecho Digital. También posee la Certificación Profesional en Design Thinking (DTPC).
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