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Más allá de la promesa: cómo blockchain reduce costos, tiempos y riesgos

  • Foto del escritor: Miguel Argüello Oviedo
    Miguel Argüello Oviedo
  • 3 oct
  • 11 Min. de lectura

Resumen Ejecutivo

Blockchain dejó de ser promesa para convertirse en infraestructura que reduce costos, tiempos y riesgos en pagos y registros. Sus beneficios son claros: liquidaciones de días a minutos, menos comisiones por menor número de intermediarios, disponibilidad 24/7, trazabilidad verificable, interoperabilidad con bancos y reglas programables. Sin embargo, su valor real depende del buen gobierno: límites de operación, multifirma, trazabilidad contable, gestión de incidentes y cumplimiento regulatorio (KYC/AML, Travel Rule). Para empresas medianas, no es un experimento tecnológico sino una decisión de infraestructura financiera que optimiza caja, competitividad y confianza institucional.

Moneda de bitcoin y atrás graficas de candela. Al lado la frase Más allá de la promesa. Derecho e Inversión.

Beneficios concretos (cuando el caso de negocio encaja)


La tecnología blockchain y los criptoactivos han dejado de ser un experimento - siento que para muchos aún lo es -para convertirse en una infraestructura que se vuelve vital para liquidación y registro. Su valor aparece allí donde los procesos actuales están llenos de fricciones: costos acumulados, tiempos de espera innecesarios y conciliaciones lentas o imprecisas.  Para muestra un botón.  Un cliente requería tener fondos en la cuenta operativa de su empresa e hizo una transferencia desde EE.UU. la cual demoraba según los documentos del banco emisor hasta 7 días.


En este contexto, blockchain no es un sustituto absoluto, la verdad es que se convierte en un canal alternativo que puede generar eficiencias medibles y que ya están más que demostradas.


En esta extensa entrada, busco destacar algunos de los beneficios más relevantes, sin perder de vista que el mapa seguirá evolucionando en los próximos años. Es probable que, después de escribir y publicar esta entrada, ya se haya iniciado una nueva evolución en dicho mapa.


He realizado una exhaustiva investigación para comprender mejor este tema. Si bien no soy experto en la materia, he basado esta entrada en mi experiencia en riesgos, cumplimiento normativo y como estratega en desarrollo de negocios.  Lo que he hecho es filtrar la información bajo mi experiencia para poder desarrollar el tema.


Pero, a qué me estoy refiriendo exactamente.  A ver, algunos puntos sobre el como la tecnología Blockchain nos da pautas importantes:


1. Tiempo: de días a minutos (especialmente fuera de horario). La liquidación financiera deja de estar atada a las ventanas bancarias y a la disponibilidad de corresponsales. Exacto.  Esto de los corresponsales es todo un tema de análisis. Con Blockchain en la mayoría de las redes, las confirmaciones se producen en cuestión de minutos u horas, incluso durante fines de semana o festivos.


Esto implica menor capital inmovilizado de la empresa -caso de mi cliente -y menos exposición al riesgo cambiario en operaciones internacionales. Los días pasan la cuenta…


Ejemplo práctico: El caso de mi cliente… su empresa necesitaba enviar fondos a su sociedad operativa en otro país, y bajo el esquema bancario tradicional, vería ese deposito entre 5 a 7 días (al final fueron 5). Con rieles cripto correctamente integrados, ese mismo proveedor puede recibir y convertir los fondos el mismo día.


2. Costo: menos eslabones, menos comisiones. Cada intermediario en un pago o transferencia internacional añade un costo: transferencias, bancos corresponsales, spreads cambiarios y tarifas de recepción. Blockchain reduce esa cadena de eslabones, lo que significa menos comisiones acumuladas. El impacto es especialmente visible en corredores de alto costo como África–LatAm o LatAm–Asia.


Ejemplo práctico: en el esquema bancario tradicional, un pago B2B o una remesa suele implicar una tarifa fija, un porcentaje sobre el monto, un recargo por tipo de cambio y un cobro adicional del banco receptor. En rieles cripto, estos múltiples cargos pueden transformarse en solo dos: la comisión de red y la tarifa del proveedor on/off-ramp —el actor que convierte entre dinero bancario y cripto.


3. Disponibilidad 24/7: la caja no se “apaga”. Las redes operan sin ventanas de corte: fines de semana y feriados incluidos. Cuando ventas y pagos ocurren en múltiples husos horarios, la restricción bancaria se convierte en costo de oportunidad: se retrasa la cobranza, se inmoviliza capital y se afecta la experiencia del vendedor/proveedor. La afectación pareciera algo inofensiva, pero si haces cuenta lo inofensivo durante un buen tiempo deja de serlo.


Ejemplo práctico. Un marketplace liquida a sus vendedores cada noche —supongamos que también domingo—. Resultado: mejor retención, menor necesidad de adelantos y reducción de quejas al soporte por “saldo pendiente”.


4. Trazabilidad: rastro verificable y conciliación más limpia. Cada evento queda registrado con sello de tiempo en un ledger compartido, auditable y difícil de alterar. Acelera auditorías, mejora investigación de incidentes y reduce disputas por “pérdida de evidencia” o versiones contradictorias.


Ejemplo práctico: Factura tokenizada: el token conserva emisor, endoso y pago. En caso de conflicto, el rastro reduce ambigüedad y costos de verificación.


5. Interoperabilidad: puente entre “mundo cripto” y “mundo banco”. Con on/off-ramps licenciados, puedes pagar/recibir en el formato que cada parte necesita (tokenizado o bancario) sin reconfigurar contabilidad. Así evitas “cambiarte de sistema”: integras rieles nuevos sin romper cierres, impuestos ni políticas de tesorería; y se disminuye riesgo de implementación y facilita el cumplimiento normativo.


Ejemplo práctico: Cobras ventas globales en dólares tokenizados y conviertes a moneda local con tu proveedor regulado; registras y tributas como siempre, con liquidez más rápida.


6. Programabilidad: reglas que se ejecutan solas. Pagos sujetos a eventos verificables: confirmación de entrega, temperatura dentro del rango establecido, doble aprobación en caso de exceder los umbrales. Menos correos y hojas de cálculo, menos error humano y menor fraude interno; los flujos financieros siguen la lógica del proceso, no al revés.


Ejemplo práctico. Cadena de frío: la empresa libera fondos de un 70% al recibir lote de inventario con temperatura correcta, y 30% tras verificación de inventario.


Buen gobierno: mínimos no negociables


La adopción de rieles blockchain no comienza con la tecnología, sino con reglas de juego claras. Yo diría que demasiado claras.  Porque hoy en día no podes navegar sin un mapa, no solo de objetivos, sino de gobernanza.  No es una venta o pulpería (como se le llaman a pequeñas ventas de víveres en barrios) que estás desarrollando.  Es un negocio serio, escaladle y estratégico.


Lo anterior me lleva a decir que: Sin un marco de gobernanza, la innovación financiera se convierte en una fuente de riesgo más que de eficiencia. Y antes de movilizar el primer dólar tokenizado, las empresas deberían establecer cinco pilares que considero importantes, innegociables e integrales:


1. Límites y segregación de funciones. La primera línea de defensa desde un punto de vista de control de riesgos debe ser cuantitativa: definir topes o limites por operación, usuario y canal. La segunda línea no hay duda de esto, debe ser organizacional: ningún individuo debería tener control total sobre la instrucción y ejecución de un pago. La aprobación dual para montos significativos y cambios de configuración evita tanto errores como abusos.


2. Listas blancas (whitelists) dinámicas. Los destinatarios deben contar con una validación previa mediante KYC y un contrato. Cualquier modificación en estas listas requiere un proceso formal de control de cambios con evidencia verificable. Esto permite convertir la “confianza” en un flujo medible y auditado. Saber quién es quién es fundamental.


3. Multifirma y políticas de firma. Las reglas M-de-N (conjunto de N posibles firmantes autorizados, al menos M deben aprobar para que la operación se ejecute) permiten que un pago requiera la autorización de múltiples roles (operaciones, tesorería, compliance). Este esquema refleja la práctica tradicional de cheques con varias firmas, pero con mayor registro automático.


4. Bitácora y gestión de incidentes. Toda red falla alguna vez. La diferencia es si la organización lo gestiona como un “accidente” o como un “evento controlado”. Procedimientos de respuesta claros, métricas de RTO/RPO (Recovery Time / Recovery Point Objective), comités de incidentes y post-mortem documentados convierten cada error en insumo de resiliencia. Y esto no solo aplica a Blockchain, debe aplicarse a toda empresa.


5. Trazabilidad contable en tiempo real. Cada instrucción debe generar referencias únicas (identificador de factura/pago) enlazadas a su soporte documental mediante un hash. Al final todo indica que la conciliación automática diaria (T+1) reduce lo que llamamos “horas-hombre”, y mejora la exactitud y fortalece la evidencia frente a auditorías externas. Auditorias sumamente vitales para estos procesos.


Estándares de referencia


No olvidemos que estas prácticas no operan en un vacío.  Se anclan en marcos reconocidos internacionalmente. ISO 37301 aporta la columna vertebral de Compliance; ISO 27001 y SOC 2, sujetan la disciplina de seguridad de la información; y el NIST Cybersecurity Framework, como la metodología de gestión de ciber-riesgo. Todos juntos, forman el umbral mínimo para que la promesa de blockchain se convierta en infraestructura confiable.


Lo exigente (Compliance en serio): riesgos, controles y métricas


Adoptar blockchain como infraestructura de tesorería o pagos no debe interpretarse como un ejercicio únicamente tecnológico. Algo de moda y simple tendencia.  Muy equivocado estará quien lo considera así. En realidad, supone un proceso de gestión integral de riesgos que combina principios clásicos de gobernanza financiera con nuevas capas de disciplina regulatoria y ciberseguridad.


El valor de esta tecnología solo se materializa si los riesgos son comprendidos en su naturaleza, mitigados con controles efectivos y evaluados mediante métricas que permitan a la organización aprender y ajustar. Si se pretende desarrollar lejos de esto, la confianza será socavada y se atentaría contra la estabilidad financiera.


Qué sucede al respecto:


1. Volatilidad de criptoactivos. Todos conocemos la enorme fluctuación que algunas “monedas digitales” tienen.  La fluctuación en el valor de tokens sin respaldo convierte a la volatilidad en un riesgo totalmente estructural. En términos académicos, puede interpretarse como una tensión entre la innovación financiera y la estabilidad monetaria. Los mecanismos de cobertura y la elección de stablecoins con reservas auditadas no son simples detalles técnicos, sino expresiones de confianza institucional. Aquí, la métrica no solo mide exposición a activos inestables, sino también el grado de dependencia de instrumentos que carecen de un marco regulatorio más fuerte.


2. Riesgo de contraparte (emisor y custodio de stablecoin). Toda promesa de paridad 1:1 depende de instituciones que gestionan reservas y publican auditorías. El riesgo no es solo financiero, sino también de conocimiento e información: ¿cuánta confianza podemos depositar en la información proporcionada por el emisor? La debida diligencia se convierte en un ejercicio de transparencia y selección de contrapartes cuya legitimidad va más allá de lo meramente contractual.


3. Ciberseguridad y custodia de llaves. En un ecosistema donde la irreversibilidad es común, proteger las llaves privadas es como resguardar bóvedas bancarias en la era moderna. El enfoque académico no está en los detalles técnicos (como HSM o multifirma), sino en reconocer que el control de credenciales determina el poder sobre la infraestructura digital. Esto representa un cambio fundamental en la idea de propiedad: quien posee la llave, posee el activo. Las métricas de intentos de acceso o los resultados de auditorías indican no solo la eficiencia técnica, sino también la capacidad institucional de mantener la confianza en un entorno descentralizado.


4. Fraude y estafas (phishing e ingeniería social). Las vulnerabilidades humanas son más significativas que las fallas de sistemas. El riesgo actual muestra la continuidad histórica entre estafas tradicionales y fraudes digitales: el medio cambia, pero la lógica permanece. La educación del usuario, la autenticación reforzada y los mecanismos de confirmación son estrategias de resiliencia tanto social como tecnológica. Las métricas sobre clics en phishing o tiempo de contención reflejan la cultura organizacional, no solo la habilidad técnica. Recordemos que el fraude inicia cuando nos descuidamos.


5. Cumplimiento KYC/AML y “Travel Rule”. La dimensión regulatoria expresa la tensión entre innovación y orden institucional. KYC/AML no es un trámite administrativo o una exigencia regulatoria: Realmente es el punto de intersección entre la libertad de transacción y la obligación de proteger el sistema financiero frente a un delito. La Travel Rule del GAFI expone esta tensión en normas concretas que obligan a proveedores a compartir información. Las métricas —contrapartes con KYC actualizado, tasa de falsos positivos— miden la capacidad de un sistema para ser ágil sin perder legitimidad regulatoria.


6. Riesgo operacional (redes, congestión y comisiones variables). Toda infraestructura digital puede fallar, pero en blockchain el impacto es más evidente debido a su conexión con la liquidez. Académicamente, este riesgo se considera un problema de resiliencia en sistemas distribuidos. Los planes multi-rail y las alternativas bancarias no son simples redundancias; son manifestaciones de continuidad institucional en entornos inciertos. Las métricas de recuperación (MTTR), utilizadas en planes de continuidad del negocio, miden la capacidad de absorber shocks sin afectar la confianza. Esto es vital, ya que la confianza fomenta más negocios, especialmente negocios seguros.


7. Riesgo regulatorio (criterios cambiantes y licencias lentas). El riesgo regulatorio en blockchain se caracteriza por su operatividad en un entorno inestable, donde las interpretaciones legales y la voluntad política pueden cambiar repentinamente lo que parecía seguro. Este riesgo es alto y su impacto significativo. Se trata de un “riesgo institucional endógeno” que surge de la adaptación regulatoria. Por un lado, los reguladores enfrentan desconocimiento, lo que genera preocupación. Por otro lado, es responsabilidad de los actores conocer y profundizar en estos temas para gestionar la incertidumbre estructural.


Casos: decisiones bajo distintas lógicas de valor y riesgo


Los beneficios de la tecnología blockchain se reflejan en decisiones empresariales específicas. Estos ejemplos muestran cómo el análisis costo-beneficio se conecta con los riesgos de cumplimiento y gobierno corporativo. Por lo menos ahora que he investigado a fondo lo comprendo así.   He abordado algunos casos concretos por actores muy importantes en el juego financiero en una entrada anterior titulada: “Blockchain y criptoactivos: arquitectura antes que ideología”.


No obstante, repasemos algunos puntos: Remesas, tesorería entre subsidiarias, facturas tokenizadas, entre otros.


Lo bueno y lo exigente:


Lo bueno

• Liquida rápido, incluso en fines de semana.

• Reduce la dependencia de múltiples corresponsales.

• Mejora la trazabilidad y la calidad de la evidencia.

• Abre la puerta a procesos programables y automatizados.


Lo exigente

• La irreversibilidad amplifica los errores.

• Custodia y ciberseguridad requieren disciplina constante y políticas robustas bien aplicadas.

• La elección de stablecoin, red y proveedor es crítica. Evaluar riesgos operativos.

• El marco regulatorio obliga a leer siempre la letra más pequeña por país. Y cuando no existe y te dejan avanzar, simplemente actúa como que si existe una regulación.


¿Por qué debería importarle a una empresa mediana?


Juego de ajedrez. Estrategia. Derecho e Inversión
Estrategia

Para una empresa mediana, integrar un puente de conversión entre dinero bancario tradicional y valor digital en blockchain debe ser una decisión de infraestructura financiera, no un experimento tecnológico. Vivimos en un nuevo mundo financiero. Aunque en algunas latitudes esto pueda parecer futurista, no lo es; es nuestra realidad actual. Recientemente, un cliente nos pagó con stablecoins, lo que facilitó enviarlo a una aplicación y luego usar MoneyGram para retirarlo en cualquier sucursal o agencia de la empresa.   Fue fácil hasta cierto punto, una ligera desconfianza nos abrazó -debo admitirlo -Sin embargo, todo se hizo en menos de 30 minutos.


No perdamos el objetivo principal, que es optimizar el Costo Total de Conversión (CTC) —incluyendo comisiones, spreads, costos de corresponsalía y horas-trabajo— y acortar el ciclo de capital de trabajo, lo cuál es vital para operaciones exitosas. La premisa la tenemos más que clara: que el proceso completo, desde la orden hasta el uso efectivo de los fondos, sea estructuralmente más económico y ágil que lo que hasta hoy la mayoría de las empresas obtienen.


La lógica financiera es simple y directa. Al reducir esos eslabones y poder habilitar liquidaciones las 24 horas del día, los 7 días de la semana, el proveedor disminuye comisiones y spreads acumulados, libera caja con mayor rapidez y sostiene la continuidad en ventas y pagos internacionales. Entonces la trazabilidad simplifica conciliaciones y auditorías, disminuyendo disputas y trabajo manual. Realmente estas son mejoras que no dependen de una “apuesta ideológica”, sino de la evidencia operativa: menos fricción implica mayor rotación de capital y menor costo por transacción. Y, ¿cómo se traduce esto? Negocios más rentables y con ganancias de largo plazo por manejo eficiente de los recursos.


Sin embargo, la decisión también es bastante regulatoria e institucional. A ver, la capacidad de capturar valor depende de operar con proveedores con licencias y confiables; y además, que estos cumplan cabalmente con las normativas KYC/AML y Travel Rule de GAFI, y exigir niveles de servicios (SLA) explícitos y certificaciones de seguridad (por ejemplo, ISO 27001/SOC 2).


Repito, el punto crítico no es ideológico, es de gobernanza. La adopción responsable exige un andamiaje organizacional que reduzca la incertidumbre y convierta promesas en desempeño verificable.


En síntesis: blockchain sirve cuando resuelve un dolor específico bajo buen gobierno. La innovación seria no hace ruido: pero se ve en los libros contables, se siente en las cuentas bancarias y se respira tranquilidad en el ciclo de caja de cada empresa.



Miguel Arguello, consultor en estructura de negocios, riesgos, GRC y SGSA


El Blog de negocios, regulación, riesgos, expansión y estrategias de Latinoamérica

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