top of page
Buscar
Miguel Argüello Oviedo

Episodio 1: El contexto de los datos personales en el mundo de hoy



Se habla de que el 15.5% del PIB (Producto Interno Bruto) mundial se mueve en este mercado y se le llama: economía digital. Esta economía maneja en promedio unos 117 gigabytes de datos por usuario de internet al año. Se calcula que para el 2025, serán unos 300 gigabytes. Según un reporte de la revista Forbes hay un “récord de 3,8 billones de horas dedicadas a aplicaciones móviles durante 2021, otro año taquillero para la economía digital” y cada aplicación recoge datos.


Está es la primera de una serie entradas sobre este tema que está basado en varios temas como son; el contexto en el que se mueven los datos personales; la naturaleza jurídica de los datos personales; la consideración de si los datos personales son o no bienes.


Cuando inicié esta investigación y análisis pensé que me llevaría a confirmar lo que he pensado sobre que los datos personales pueden considerarse bienes. No ha sido así. Me ha llevado a una investigación más profunda de lo que imaginé. Un camino que aún sigo recorriendo y me tiene atrapado. Un camino que por ahora y basados en la legislación actual no tiene un puerto porque estamos ante un tema dinámico y que requiere de procesos legislativos más ágiles para modernizar el andamiaje legal existente.


Varias tazas de café me he tomado mientras me informo, leo, investigo, analizo y vuelvo a informarme y revisar mis notas, mapas mentales, diagramas y ensayos. Ha valido la pena.


Pues bien, en el horizonte -legal -aparece una interrogante en lo que hoy se llama economía de los datos: ¿Si “otros” se lucran de mis datos personales, puedo considerar a estos como bienes? La pregunta arroja la premisa de, Oe! “son mis datos! y con ellos otros hacen negocios”. Me refiero a nuestra información personal (datos personales) en cualquiera de sus distinciones que existe.


La pregunta es algo compleja. Porque sí, es cierto, nuestros datos personales son utilizados para brindar información y hacer negocios. Información que a veces nosotros mismos desconocemos porque en el mundo digital en el que vivimos parece mentira, pero nos llega a conocer más Facebook y otras plataformas de lo que nosotros mismos nos conocemos.


...es cierto, nuestros datos personales son utilizados para brindar información y hacer negocios. Información que a veces nosotros mismos desconocemos porque en el mundo digital en el que vivimos parece mentira, pero nos llega a conocer más Facebook y otras plataformas de lo que nosotros mismos nos conocemos.

Pero, ¿son únicamente mis datos -personales -los únicos que se requieren en la economía digital? Digo, ¿son los míos exclusivamente?… y ¿un dato por si mismo es un bien? Es más, ¿Qué significan mis datos personales para tomarlos como un bien y que sea comercial?


Esto de que si los datos son o no bienes se está discutiendo en otras latitudes y considero que en Centroamérica no podemos quedarnos atrás. Hay que entrarle a la discusión y aportar un grano de arena para el desarrollo del derecho digital. Estemos o no en lo correcto, lo importante es ir desarrollando el tema.


El contexto: economía de los datos y economía digital


Estas dos expresiones están íntimamente relacionadas y enraizadas en el mundo digital, en el mundo que hoy vivimos. Países como Chile y España, y organizaciones como las Naciones Unidas cada vez las utilizan más. Pero, ¿qué es economía de los datos? y a ¿qué se le llama economía digital?

La obra “Economía de los Datos Riqueza 4.0” presentada por la Fundación Telefónica en el año 2017, define a la economía de los datos: “…como el conjunto de iniciativas, actividades y/o proyectos cuyo modelo de negocio se basa en la exploración y explotación de las estructuras de bases de datos existentes (tradicionales y procedentes de nuevas fuentes) para identificar oportunidades de generación de productos y servicios”


Los datos se han vuelto el centro de la economía digital. Son miles de millones de dólares producidos por esta economía. Las estadísticas señalan que el valor de la economía digital es cerca de un 15.5% del PIB mundial. En el 2021, el PIB mundial fue de más o menos U$94 billones 9mil millones de dólares. Vaya cifra!… Para visualizar estas cifras en comparación con la región de Centroamérica, el año pasado la región tuvo un PIB de U$334 mil millones de dólares. Sí, aún no le llegamos a la economía digital.


Las estadísticas señalan que el valor de la economía digital es cerca de un 15.5% del PIB mundial.

De acuerdo a un informe realizado por la firma de análisis de aplicaciones App Annie los consumidores gastaron 170 mil millones de dólares en aplicaciones el año pasado. La gran mayoría de esto, 116 mil millones de dólares, proviene de juegos móviles y un número selecto de aplicaciones de alto rendimiento.


Algo importante en la economía de los datos a conocer es que los datos por si solos no son nada. Un dato no es suficiente en la economía de los datos. Se requiere esa parte de explotación; o sea, el procesamiento de ese dato y el conjunto de datos recolectados. Es por esto que algunos autores comparan la economía de los datos con la exploración y explotación de petroleo. Ambos requieren un proceso para convertirlos en insumos de valor y sobre todo de utilidad.


Un dato no es suficiente en la economía de los datos. Se requiere esa parte de explotación; o sea, el procesamiento de ese dato y el conjunto de datos recolectados

Y a todo esto, y como asterisco importante: ¿Qué son los datos? Conste, no datos personales, sino los datos como tal. Pues en el documento “Economía de los Datos Riqueza 4.0” se menciona que: “Una definición práctica del término «datos» es la que recoge la Norma ISO/IEC 2382-1, que señala que un dato es la «representación reinterpretable de información de una manera formalizada, adecuada para la comunicación, la interpretación o el procesamiento».


Pero si busco una definición más cercana al contexto legal, tomo la que brinda Natalia Jara Fuentealba, jurista chilena en su artículo “El derecho de propiedad sobre los datos” publicado en la Revista Chilena de Derecho Privado, en octubre 2021, que dice: “…los datos son información representada simbólicamente y, como tal, tienen dos aristas o dimensiones. Una realidad física vinculada con el soporte del dato y, una realidad inmaterial, consistente en el contenido mismo de la información, la cual puede ser susceptible de duplicarse en forma ilimitada”.


Por tanto, los datos son el reflejo de hechos por el cual se producen y que tienen una representación simbólica. Por ejemplo, una foto, no solamente hay información por la imagen y lo que observamos en ella, también por la información que posee y no la vemos, lo que se llama metadatos o bien los “datos derivados”. Información como: dispositivo con la que se tomó, a veces la geolocalización, hora, fecha, tamaño del archivo, etc. Todo lo que se obtiene de dicha foto es adecuado para comunicar, interpretar y poder procesar la información.


Por tanto, los datos son el reflejo de hechos por el cual se producen y que tienen una representación simbólica

Y ahora, en este nuevo esquema digital ¿qué se entiende por economía digital? Un concepto que me gustó de este término se encuentra en el artículo What is digital economy? Unicorns, transformation and the internet of things, publicado por Deloitte y dice: “La economía digital es la actividad económica que resulta de miles de millones de conexiones diarias en línea entre personas, empresas, dispositivos, datos y procesos. La columna vertebral de la economía digital es la hiperconectividad, que significa una creciente interconexión de personas, organizaciones y máquinas que resulta de Internet, la tecnología móvil y el Internet de las cosas (IoT)”


El contexto es amplio. Hablamos de datos y lógicamente versa dentro de la clasificación de estos el de los datos personales. Se habla de una economía de los datos y la generación de miles de millones de dólares por la exploración y explotación que se realiza de los datos en todas las variables y clasificaciones que existen.


En la próxima entrada leerás más sobre la naturaleza jurídica de los datos personales. Sí, ya empezando a tocar más tierra firma con el tema principal. Y es que en esta entrada me pareció adecuado abordar ciertas pinceladas importantes para acercarnos a lo que hoy se vive, pero que pocas veces leemos en la región. Vivimos en un mundo cada vez más digital. Un mundo lleno de modernidad. Lamentablemente la región tiene una codificación civil prácticamente obsoleta ante ese mundo que se impone y que genera vacíos que no abonan lo suficiente ante el avance del derecho digital.


 
El autor es Consultor Regional. Especialista en Estrategias y Riesgos Legales. Cuenta con un máster en Derecho Empresarial y un postgrado en Gestión de Riesgos. Tiene especialización en Compliance y Derecho Digital; y posee la Certificación Profesional en Design Thinking (DTPC) y estudios de Critical Thinking en MIT-XPRO

Comments


bottom of page