La industria Fintech ha revolucionado la forma en que interactuamos con el dinero y los servicios financieros. Y para mi los servicios financieros han evolucionado a lo que vemos en las Fintech. Algo ha faltado en los prestadores de servicios tradicionales que ha creado la necesidad de establecer empresas que busquen la disrupción y mejora de estos.
No hay duda de que las innovaciones tecnológicas han permitido el surgimiento de empresas ágiles y disruptivas que ofrecen soluciones financieras más accesibles y eficientes. Sin embargo, este crecimiento acelerado también ha planteado desafíos significativos para los reguladores y legisladores de todo el mundo. En este artículo, exploro el delicado equilibrio entre la innovación y la seguridad en la regulación Fintech.
La innovación en la industria Fintech ha sido impresionante. Desde plataformas de pagos móviles hasta préstamos entre iguales, temas de seguros, financiamiento, bancos digitales y criptomonedas, tokenización de inmuebles y remesas, las Fintech han cambiado la forma en que gestionamos nuestras finanzas personales, empresariales y comerciales. Estas soluciones tecnológicas han “democratizado el acceso a los servicios financieros”, ofreciendo oportunidades a segmentos de la población tradicionalmente excluidos del sistema bancario tradicional.
Bueno, pero ¿a qué llamamos “democratizar el acceso a los servicios financieros”? Nos referimos a hacerlo más accesible, inclusivo y disponible para un mayor número de personas, eliminando barreras o restricciones que antes limitaban su uso o disfrute. Sí, hay quienes no tienen acceso a tener una cuenta bancaria y todos sabemos que este es el primer paso para muchos otros servicios.
¿Qué nos preocupa del tema Fintech?
Toda esta innovación también ha generado preocupaciones; como por ejemplo,
Seguridad para la información que manejan sensible
Infraestructura tecnológica y su seguridad
Protección del usuario Fintech en cuánto a la protección de sus derechos
Lavado de dinero, financiamiento al terrorismo, entre otros
Asunción de riesgos estratégicos, de mercado, liquidez y digitales
El manejo de los riesgos operacionales
Qué gestión de Compliance implementan.
¿A qué sector pertenecen las fintech?
Protección de Datos Personales
La naturaleza jurídica a la luz de lo que actualmente las legislaciones conocen actualmente.
¿Captan o no dinero?
¿Hacen o no intermediación financiera?
¿Dónde mantienen los depósitos en las billeteras digitales?
Entre otros más.
La falta de regulaciones claras y adecuadas puede exponer a los usuarios a riesgos, como el robo de datos personales y financieros, el fraude y la falta de protección legal en caso de problemas que puedan llegar a darse. Por lo tanto, el sentido que deberíamos encontrar en todo este trabajo de regulación no es esperar, quedándose al “lado del camino”, sino encontrar el equilibrio entre la innovación y la seguridad de una forma rápida, en consenso y con los ojos puestos al desarrollo.
Regulación Fintech: Entre el camino de la seguridad y la innovación
La regulación Fintech debe promover la innovación y el desarrollo de soluciones financieras eficientes, al tiempo que garantiza la protección del consumidor y la integridad de todo el sistema financiero. Esto implica establecer marcos legales y normativos actualizados y flexibles, que se adapten rápidamente a los avances tecnológicos y a los nuevos modelos de negocio emergentes. Hoy ya no se habla solamente de “open banking” sino de “open finance”. Sí, así mismo lo está poniendo sobre la mesa la nueva directiva europea PSD3 (Payment Services Directive). Tema que del cual escribiré en breve.
Es fundamental evitar la adopción de regulaciones que obstaculicen el progreso tecnológico, ya que dichas medidas irían en contra de la naturaleza misma de las empresas Fintech. En su lugar, debemos proteger y fomentar la innovación, el desarrollo y la creatividad como principios fundamentales de estas empresas.
Deseo compartir algunas inquietudes que tengo acerca de los temas relacionados con la regulación de las Fintech, y considero que cualquier normativa debe fundamentarse en ellas.
Ciberseguridad. Como mencioné previamente, nos enfrentamos a una cuestión de vital importancia, que es la seguridad de la información, la protección de datos personales y los riesgos digitales. Las empresas Fintech manejan grandes cantidades de datos sensibles y la mayoría, si no todas las transacciones, se llevan a cabo en línea. Esto adquiere una relevancia especial en la actualidad.
Lavado de Dinero. Un flagelo enorme para el sistema. Las Fintech no están fuera de esta exposición. Al contrario. Temas importantes que destacar aquí son por ejemplo, la identidad de los clientes (KYC), la posibilidad de que exista una suplantación de identidades, la utilización de productos de las Fintech para el lavado de dinero, la velocidad con que se realizan las transacciones puede dar pie a que se transfieran grandes sumas y que sean con fines ilícitos, entre otros aspectos.
Seguridad en la gestión de los servicios (SMS) y en la información (SGSI). Esto es vital para el corazón del negocio. Adoptar las mejores prácticas es esencial para que las empresas sean operativamente viables y garanticen la prestación de servicios con una alta calidad demostrable en todos los procesos que realizan. Esto abarca las responsabilidades, actividades, recursos y procedimientos que se orientan hacia la entrega de los servicios tecnológicos que brinda la empresa.
La naturaleza de su actividad. Aquí debería tomarse en consideración muchísimo el tipo de vertical en el que la Fintech se mueve. Porque las Fintech podrían adoptar diferentes formas legales, como empresas de tecnología, instituciones financieras no tradicionales, intermediarios financieros o proveedores de servicios financieros específicos. Pero esta naturaleza estará en dependencia como digo de la vertical en la que opere.
El manejo del fraude. Este tema transversal en la vida de las Fintech. Por un lado, se enlaza con el de Lavado de Dinero. Sin embargo, también tiene mucho que ver con el control interno, la rentabilidad de las empresas y la confianza/reputación que generan en el publico. Por otra parte está el poder conocer por el usuario quien está detrás de las empresas. En una institución financiera, por ejemplo, se conoce a los directivos, socios en ocasiones, gobierno corporativo. En una empresa Fintech se debe conocer a los principales directores que están detrás de todo el andamiaje tecnologico.
Reclamos/derechos por parte de los usuarios. En ocasiones, hemos encontrado empresarios en nuestra firma que desean expandir sus negocios a otros países sin establecer una presencia física en dichas ubicaciones. Los usuarios esperan que se les garanticen sus derechos como consumidores de los servicios a los que acceden. La aceptación por parte de la población será mejor en la medida en que las empresas Fintech tengan en cuenta y protejan estos derechos. Esto es especialmente relevante dado el clima de desconfianza actual, que no solo se disipará mediante regulaciones, sino también mediante el compromiso de las empresas para con sus usuarios.
Manejo de los riesgos. Se deben considerar diversos tipos de riesgos, como el riesgo de mercado, operativo, estratégico y financiero. Además, es crucial abordar la solvencia de los actores involucrados para hacer frente al riesgo de liquidez. Por lo tanto, la gestión de los controles internos se convierte en un tema de gran importancia.
Interoperabilidad en el sistema de pagos y transferencias. Es fundamental comprender un aspecto crucial: las Fintech se centran en sectores que las instituciones financieras tradicionales han descuidado y que no abordarán en un futuro cercano debido a su marco regulatorio. La interoperabilidad desempeña un papel vital tanto en el funcionamiento de las empresas Fintech como en la integración del ecosistema financiero de los países.
Tecnología. Ninguna regulación puede convertirse en una barrera para el desarrollo tecnológico. Se debe evitar imponer cargas regulatorias excesivas que puedan obstaculizar la creatividad, innovación y el dinamismo de la industria. Sin embargo, toda regulación debe fomentar la tecnología y la regulación de las Fintech debe hacer hincapié en la seguridad que esta debe tener y mediante directrices de manejo prudente el regulador debe velar porque se implementen las mejores practicas.
Tratamiento Fiscal. Mi criterio es que lo mejor es atraer la innovación y crear políticas que permitan el desarrollo de este sector de una forma, claro está que ordenada, rentable y de alto impacto en la sociedad. Una política fiscal que permitan a las empresas adquirir su infraestructura con reducción de impuestos, atraer talento y fomentar la innovación.
Dinero electrónico. La gestión del dinero electrónico es un aspecto crucial en el ámbito de las Fintech. Es importante destacar que estas empresas no funcionan como instituciones financieras tradicionales, que reciben depósitos de cuentas bancarias y generan rentabilidad para sus usuarios. En cambio, las Fintech son proveedoras de servicios de pago que aprovechan la tecnología al alcance de cada usuario para facilitar sus transacciones. En este sentido, no captan recursos ni realizan intermediación financiera en la mayoría de los casos. Sin embargo, es fundamental establecer los procedimientos y regulaciones adecuadas para permitir que estas empresas puedan almacenar y transferir dinero electrónico. Esto puede lograrse mediante la apertura de cuentas corrientes en instituciones financieras o a través de cuentas especiales en el Banco Central, que permitan debitar y acreditar los montos correspondientes a las transacciones realizadas por los usuarios con la Fintech como proveedor de servicios de pago.
Tres puntos de suma atención
Además, la transparencia y la divulgación de información son 2 elementos fundamentales en la regulación Fintech. Los usuarios deben tener acceso claro y comprensible a los términos y condiciones de los productos y servicios financieros ofrecidos por las Fintech. La regulación debe garantizar que los clientes estén plenamente informados sobre los riesgos asociados y las responsabilidades de todas las partes involucradas. Aquí juega un papel importantísimo los canales de denuncia, de información y accesos claros a que las empresas estén cerca de sus usuarios.
Por otro lado, la regulación también debe fomentar la competencia y la entrada de nuevos actores en el mercado Fintech. Una regulación excesiva o inadecuada puede desalentar la innovación, la inversión y obstaculizar el crecimiento de empresas emergentes con soluciones valiosas.
Es importante destacar que hoy los reguladores carecen de personal permanentemente capacitado en el ámbito de las Fintech y esto puede cambiar en la medida que se invierta en capacitación, preparación académica e incluso en contratación de servicios especializados.
Para abordar la anterior situación, se hace fundamental promover mesas de diálogo continuas con el sector, ya que esto permitirá obtener retroalimentación necesaria para implementar mejoras constantes en la regulación. Dicha regulación no puede ni debe ser inflexible, obstinada, cerrada ni enfocada únicamente en el corto plazo.
EL IMPACTO DE LAS FINTECH EN CENTROAMÉRICA Y CARIBE
Lo anterior resalta de relevancia si consideramos las cifras que hablan por sí solas, el impacto en la economía, la transferencia de tecnología y sobre todo, la posibilidad de una inclusión financiera a todos los sectores.
En un informe publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2020, se destaca el significativo impacto de las empresas de tecnología financiera (Fintech) en el Producto Interno Bruto (PIB) de la región de Centroamérica y el Caribe. Según este informe, las Fintech representan un motor clave de lo que se conoce como Economía Digital, contribuyendo con aproximadamente 12.5 mil millones de dólares al PIB de la región. A nivel mundial, se estima que la economía digital tiene un impacto en el PIB ligeramente superior al 15%. Estos números demuestran el valor considerable generado por este sector. Aunque el informe mencionado se encuentra algo desactualizado, en Centroamérica y el Caribe se estima que la Economía Digital genera alrededor de 20 mil millones de dólares.
Según una publicación de la revista Forbes, se estima que las empresas Fintech en Centroamérica y el Caribe generarán alrededor de 35.2 mil millones de dólares para el año 2025. Estos datos sorprendentes dejan claro que las Fintech han llegado para quedarse.
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